La arquitectura y la moda comparten un interesante juego en la formación de expresiones culturales e identidades. Ambas disciplinas pueden convertirse en vehículos de creatividad en diferentes niveles. La arquitectura a menudo se describe como la "tercera piel" de los humanos, mientras que la ropa representa la segunda piel, resaltando una funcionalidad bastante similar de proteger el cuerpo al tiempo que permite la autoexpresión y la individualidad.
La relación entre la arquitectura y la moda también se puede ver en los principios de diseño compartidos, como la forma, la proporción, la escala humana y la materialidad. Más que un simple telón de fondo para desfiles de moda, la arquitectura puede contribuir a establecer la atmósfera, convertirse en una fuente de inspiración y orientar el movimiento a través del espacio. Las colaboraciones entre arquitectos y casas de moda, como la renombrada asociación entre OMA/AMO y Prada, difuminan aún más los límites entre las dos disciplinas, demostrando la multitud de interconexiones entre los dos campos creativos.