Es posible que todavía nos quede mucho camino por delante a la hora de abordar la diversidad de flora y fauna en los hábitats urbanos; aunque es increíble lo rápida, fácil -y hasta divertida- que termina por resultar la arquitectura que da lugar a que esto suceda.
Desde la práctica, ¿cómo estamos promoviendo los lugares para los animales y las plantas en las ciudades?
El estado de Guanajuato se encuentra ubicado en la región centronorte de México, limitando geográficamente con los estados de Zacatecas, San Luis Potosí, Querétaro, Michoacán y Jalisco. Cuenta con 30 607 km² de superficie y es una de las regiones más pobladas del país. Algunos de sus municipios más importantes son León, Irapuato, Celaya, Salamanca y San Miguel de Allende, este último declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008, el cual se caracteriza por su arquitectura barroca y española. Además, en esta ciudad se encuentra la Parroquia de San Miguel Arcángel, construida a base de cantera rosa propia de la región.
Los comedores al aire libre han demostrado ser una especie de salvavidas para los restaurantes, ya que habitar los interiores públicos siguen estando muy lejos del alcance de las personas en este punto de la crisis por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, frente a mandatos restrictivos, los arquitectos, planificadores y restauradores de Estados Unidos se han visto obligados a idear formas creativas de mantener clientela activa sin riesgo de contagio en áreas de comedor al aire libre estéticamente agradables.
El siguiente artículo es resultante de una investigación de tesis de grado del arquitecto colombiano Sebastián Rojas (Pontificia Universidad Javeriana) donde explora las materialidades y técnicas de construcción vernáculas de 23 prototipos como el eje cafetero, la amazonía colombiana, el altiplano Cundi-Boyacense y la costa norte.
Debido a su variado clima y geografía, México es un país en donde la producción vinícola ha ido adquiriendo cada vez más fama en estados como Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Nuevo León, Puebla, Querétaro, Sonora y Zacatecas, en donde cada vez es más común escuchar sobre sus viñedos, pero sobre todo de ferias y de experiencias que permiten acercar al visitante, a una experiencia mucho más inmersiva que permita conocer los distintos procesos de producción.
No hay nada como una crisis para unir a las personas. Después del huracán Katrina, más de 9,000 ciudadanos participaron en el desarrollo del Plan Unificado de Nueva Orleans que nuestra firma Concordia coordinó en colaboración con otros 12 equipos de planificación. Ahora estamos trabajando con otro grupo estelar en un proyecto llamado LA Safe, con el objetivo de crear un plan para los residentes del sur de Luisiana que estarán entre los primeros en experimentar los devastadores impactos del aumento del nivel del mar.
En 2002, los arquitectos de Diller Scofidio+Renfro (DS+R) captaron la atención mundial con el Blur Building para la Expo Suiza del mismo año. El volumen estaba formado por 35.000 boquillas de alta presión que expulsaban agua del lago sobre el cual estaba ubicado, creando una enorme nube artificial a su alrededor. Su forma, límites, colores y translucidez cambiaban con el sol y la fuerza del viento, y producían una experiencia inmersiva para los usuarios, quiénes ingresaban a un volumen completamente permeable. Diez años más tarde, Carla Juaçaba y Bia Lessa diseñaron Humanidade2012 para la exposición Río +20, en la que varios volúmenes programáticos se organizaron al interior de una enorme estructura de andamios. Con más vacíos que llenos, sus extremos se desmaterializaban en el cielo y durante la noche los volúmenes parecían flotar. Según las arquitectas, "el mismo movimiento de las personas en el edificio transformó a los visitantes en objetos de exhibición, al ser vistos desde lejos". Los dos proyectos temporales, incluso con diferentes escalas y contextos, coinciden con éxito al trabajar con las nociones de translucidez, ligereza, disolución de límites y movimiento.
El Informe Brundtland de 1987 –Nuestro Futuro Común– introdujo la noción de que el uso sostenible de los recursos naturales debe "satisfacer las necesidades de la generación actual sin afectar la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas". Desde entonces, el término sostenibilidad se ha popularizado y, a menudo, trivializado en nuestra vida diaria. En la industria de la construcción, esto no es diferente. Por mucho que sepamos que para construir hay que destruir, ¿cómo es posible mitigar los efectos de la construcción durante la vida útil y demolición de edificios? Un edificio sostenible, en su diseño, construcción y operación, debe reducir o eliminar los efectos negativos en general e incluso puede generar impactos netos positivos en el clima y el medio ambiente, preservando los recursos y mejorando la calidad de vida de los ocupantes simultáneamente. Decir que un edificio es sostenible es fácil e incluso seductor. Pero, ¿qué hace exactamente que una construcción sea sostenible?
Responder a esta pregunta no es un ejercicio sencillo. Por eso, en los últimos 30 años se han creado varias certificaciones de sostenibilidad para edificaciones. Mediante evaluaciones subcontratadas e imparciales, realizadas por distintas fuentes, las certificaciones tienen como objetivo verificar los aspectos sostenibles de cualquier construcción. Cada una de ellas aborda elementos constructivos particulares y generalmente se centran en ciertas regiones del mundo. Si bien existen algunas certificaciones que verifican si el edificio cumple con ciertos criterios de eficiencia, otras crean diferentes clasificaciones, asignando una puntuación basada en estas evaluaciones. A continuación, enumeramos algunas de las principales certificaciones de sostenibilidad en todo el mundo, clasificadas alfabéticamente, e incluimos sus principales aplicaciones arquitectónicas junto con una breve explicación:
La Bóveda Cáscara es un sistema de hormigón armado diseñado por Amancio Williams (Buenos Aires, 1913-1989) que, en virtud de su forma, es capaz de soportar cargas extraordinarias y de mantenerse en equilibrio autónomamente -es decir que no necesita otras piezas para sustentarse salvo su propia y única columna-, ofreciendo a la vez muy poca resistencia al viento. Los estudios entorno a este proyecto fueron iniciados por el arquitecto en el año 1939, realizándose una gran cantidad de ensayos y construyéndose cerca de medio centenar de maquetas. Esta estructura para techos altos, también conocida como “paraguas” o “sombrilla” -por su similitud formal con estos elementos-, puede considerarse un destacado ejemplo de la época de innovación moderna en Argentina, definida por la experimentación técnica y formal.
Al considerar “Cómo viviremos juntos”, es importante tener en cuenta la connotación proyectiva y hacia el futuro de la frase. La idea no solo abarca las formas en que ya compartimos nuestro entorno construido, sino que también se enfoca en los problemas anticipados que deben abordarse para facilitar formas de vida comunitarias y mutuamente beneficiosas.
En los próximos diez años se espera que nuestras ciudades experimenten un proceso de transformación sin precedentes. Según las estimaciones publicadas por la ONU el año pasado, para el 2030 habrá 43 megalópolis en el Planeta Tierra, aquellas con al menos 10 millones de habitantes. Además, el estudio indica que la mayoría de ellas se concentrarán en los países considerados subdesarrollados. Y para mediados de siglo, casi el 70% de la población mundial estará urbanizada. Además, se espera que el 90% del crecimiento de la población urbana se produzca en África y Asia.
"Necesitamos un nuevo contrato espacial". Esta es la convocatoria Hashim Sarkis, comisario de la Bienal de Venecia 2021, como una invitación a los arquitectos para imaginar nuevos espacios en los que podamos vivir juntos. Entre un movimiento de éxodo urbano y la crisis global de la vivienda, el crecimiento de desarrollos más densos y edificios de poca altura pueden proporcionar una respuesta. Alejándose de las viviendas unifamiliares en áreas rurales y suburbios, los proyectos de vivienda moderna están explorando cada vez más nuevos modelos de vida compartida en la naturaleza.
Los puentes y pasarelas son elementos de circulación horizontal que permiten establecer una conexión física entre los espacios interiores o exteriores de un proyecto para resolver su articulación y salvar, en algunos casos, los desniveles existentes entre los mismos. Estas estructuras suspendidas potencian las conexiones visuales entre los diferentes niveles y habilitan, a través de recorridos más dinámicos, la producción de secuencias intencionadas de encuadres.
En Yucatán, los arquitectos están reviviendo una antigua técnica maya de estuco en edificios contemporáneos, fusionando la arquitectura moderna con la historia y la cultura regionales. La técnica se llama 'Chukum', un término derivado del nombre coloquial del árbol Havardia albicans, nativo de México. Hecho con corteza de árbol chukum, el material tiene varias cualidades definitorias que lo separan del estuco tradicional, incluidas propiedades impermeables y un color terroso natural. Aunque el chukum inicialmente dejó de usarse luego de la conquista española, fue redescubierto y reutilizado por Salvador Reyes Ríos del estudio de arquitectura Reyes Ríos + Larrain Arquitectos a fines de la década de 1990, iniciando un resurgimiento de su uso en el área.
https://www.archdaily.co/co/946292/la-rustica-belleza-del-chukum-en-la-arquitectura-moderna-mexicanaLilly Cao
El siguiente artículo escrito por la arquitecta Marta Devia (Universidad Nacional de Colombia) miembro Comité Asesor Museo de Arquitectura Leopoldo Rother nos presenta la biografía del homónimo arquitecto polaco y nacionalizado colombiano. Desde 1996 hasta 2004 fue directora del Museo nombrado en honor al arquitecto que influenció la escena colombiana durante la primera mitad del siglo XX, entre esos aportes, La Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional de Colombia.
A lo largo de la historia de la arquitectura la representación siempre ha jugado un papel de vital importancia, es el punto donde nace un proyecto. Con el transcurrir del tiempo hemos tenido ejemplos de grandes arquitectos que por su representación han destacado como lo son: Viollet-Le-Duc quien debido a su estilo de dibujo dio a conocer los trabajos de remodelación en varios edificios históricos en Europa; o los famosos bocetos de Le Corbusier que eran todo menos bellos; sin embargo, transmitían la esencia de sus proyectos.
Sorbete, cono, paleta: los formatos y sabores en los que se comercializan los postres helados son tan diversos como la arquitectura que los alberga. Desde pequeños puestos hasta elaboradas cremerías, ya sea para una gran franquicia con estándares establecidos o para un pequeño negocio familiar, los arquitectos y diseñadores han logrado reimaginar la experiencia espacial entorno a la venta de helados, atendiendo al incremento y la evolución de los gustos y otorgándole, a la vez, una identidad característica a las marcas.
Con el crecimiento de la población, la densificación de las ciudades y el aumento de los precios de las propiedades, los arquitectos y urbanistas han estado buscando alternativas para nuevas configuraciones espaciales para la ocupación y la vivienda en los centros urbanos. La profusión de viviendas y espacios de trabajo compartidos es un ejemplo de cómo el campo de la arquitectura se está adaptando a las nuevas formas de vida en sociedad.
El tema de este mes en ArchDaily, cómo viviremos juntos, invita a recuestionarnos la manera en que habitamos los espacios con los demás. Este artículo enfocará dicha cuestión basándose en dos conceptos que al coexistir en armonía, pueden resultar en un futuro viable para el desarrollo: vivir y trabajar.
Dicha profundización parte del replantear el distanciamiento social. ¿De verdad debemos distanciarnos de socializar para mitigar la propagación del COVID-19?. La pandemia nos ha desestabilizado a todos y quizás si las palabras escogidas para el mensaje emergente de esta coyuntura fueran re seleccionadas para un efecto más optimista, podría resultar así: empatía a 2m de distancia. Cumpliendo así con el mismo efecto para el distanciamiento como medida cautelar, con la diferencia de pensar en el ente colectivo, construyendo así el tejido social que aflora en los espacios en que trabajamos y vivimos.
Tulum es una región ubicada en el sureste de México, dentro de los límites geográficos del estado de Quintana Roo, específicamente en la costa del mar Caribe y forma parte de la Riviera Maya. Históricamente hablando, Tulum se trataba de una ciudad amurallada y de ahí proviene su nombre, que en maya significa muralla, mismo que surgió cuando ya se encontraba en ruinas.
La arquitectura se atribuye a menudo a la idea de refugio, desde las primeras construcciones. Sin embargo, el memorial es uno de los pocos tipos de arquitectura cuya función fundamental no es albergar, sino recordar. Espacios que respetuosamente pretenden dar memoria a quienes han pasado por actos heroicos o tristemente víctimas de crueles hechos históricos, que luego se pueden entender como monumentos o edificios cuya finalidad se basa en materializar la emoción de lo intangible, creando una memoria colectiva y recordada a través del tiempo.
El brutalismo es una corriente arquitectónica que surgió en Europa en la década de 1960 y se convirtió en uno de los estilos más controversiales y populares en todo el mundo por diversos aspectos, uno de ellos el empleo de concreto aparente y en general, sus ideales enfocados en dar servicio al público mediante obras de gran magnitud. También se convirtió en una nueva forma de expresar las posturas políticas del momento a través de espacios públicos funcionales.
El siguiente texto se redactó en respuesta a la primera pregunta de la serie de AN "Potenciales pospandémicos." Dos respuestas anteriores, por Mario Carpo y Phil Bernstein, reflexionaron sobre la transición casi perfecta de la educación arquitectónica de la configuración física a la virtual. Conoce más sobre la serie aquí.
El famoso relato de la plaga de Michel Foucault describió la división de la ciudad medieval, el confinamiento de sus ciudadanos y la contabilidad, así como la distribución de recursos. Esas acciones fundacionales, según su tesis, llevaron a disciplinar a las personas y los cuerpos institucionales en el espacio y el tiempo. De manera similar, el campo de la medicina, consolidado por el Informe Flexner de 1910 (y seguido poco después por la fundación de la Asociación de Escuelas Colegiales de Arquitectura, o ACSA, en 1912), se formalizó aún más a raíz del brote de influenza de 1918 que expuso la necesidad de una mayor vigilancia y diagnóstico requeridos en epidemiología.
ONU-Hábitat o Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos y el desarrollo urbano sostenible, cuyo principal objetivo es hacer frente a los desafíos de la rápida urbanización, ha venido elaborando enfoques innovadores en la área del diseño urbano, centrados en la participación activa de la comunidad. ArchDaily se ha asociado con ONU-Hábitat para ofrecer semanalmente noticias, artículos y entrevistas que destacan esta labor, con contenidos directamente de la fuente, desarrollados por nuestros editores.
Descubre en este artículo la primera lección que se aprende en ONU-Hábitat, sobre cómo diseñar con y para la gente. Para crear grandes espacios públicos, el único secreto es escuchar a la comunidad. Cuestionando "cómo podemos diseñar juntos", este artículo presenta casos en Ghana, Brasil e India, centrándose en proyectos de ejecución en la calle, el mercado y los espacios públicos abiertos, en los que las intervenciones adoptaron enfoques participativos e involucraron a los residentes locales desde el principio del proceso.