En la introducción de su famoso libro titulado Cities for People (Ciudades para la gente), el arquitecto danés Jan Gehl afirma que históricamente, en la mayoría de las grandes ciudades del mundo, la escala humana ha sido un factor descuidado en los procesos de planificación urbana. A medida que las nuevas tecnologías nos han permitido construir edificios más altos, más grandes y más complejos, hemos pasado de diseñar espacios para las personas a desarrollar un nuevo tipo de arquitectura, una arquitectura completamente ajena a nuestra propia condición humana. Las estrategias de planificación urbana tomadas “de arriba hacia abajo” ignoran la necesidad de espacios adecuados para nuestros sentidos, priorizando la velocidad, la funcionalidad y, obviamente, la rentabilidad.
Influyendo en nuestra percepción espacial y condicionando nuestra experiencia urbana, la escala, experimentada a través de la dimensión humana, estimula nuestros sentidos y condiciona nuestro bienestar. Guiados por Eden of the Orient (Edén de Oriente), una serie de imágenes del fotógrafo belga Kris Provoost que retrata la batalla de escalas en Hong Kong, este artículo pretende exponer los cambios históricos en torno a la planificación y subrayar algunos hechos científicos que resaltan cómo la escala puede impactar en nuestra vida urbana diaria.