Los muros han sido durante mucho tiempo algo más que simples elementos estructurales; son lienzos que narran historias, reflejando deseos de naturaleza, espiritualidad o la búsqueda de tranquilidad y estimulación. Con los avances en píxeles LED direccionables, los muros han evolucionado hacia superficies digitales inmersivas capaces de mostrar imágenes en formatos de grandes dimensiones, adaptándose a las necesidades del momento.
Sin embargo, mientras las universidades continúan formando a arquitectos y diseñadores de interiores para crear edificios estáticos, el arte de contar historias significativas a través de pantallas digitales, especialmente aquellas con dinamismo, sigue siendo en gran parte inexplorado en los planes académicos.
Si bien el trabajo híbrido y los horarios flexibles representan las formas más comunes de mejorar el equilibrio entre la vida personal y laboral para muchos, debido a las interacciones sociales perdidas y la falta de lugar o funcionalidad en espacios de trabajo improductivos en casa, la mayoría de los jóvenes de 16 a 24 años constituye el único grupo de edad que prefiere trabajar desde la oficina.
Acorde a las condiciones climáticas de cada región y su entorno de implantación, los cerramientos exteriores juegan un rol fundamental al proporcionar a los espacios interiores las condiciones de climatización y ventilación necesarias para que se vuelvan habitables y confortables. Si bien existen diversas estrategias y diseños bioclimáticos que pueden aplicarse para alcanzar la eficiencia energética, la determinación de la materialidad, la elección de los herrajes y la definición de las tecnologías de apertura y cierre colaboran en el desempeño de las fachadas aportando funcionalidad y un alto grado de adaptabilidad a los usos contemporáneos, entre otros factores.
Como un material altamente transparente que resiste todas las condiciones climáticas excepto las más extremas, se le puede dar fácilmente cualquier tamaño o forma y, una vez constituido, durará miles de años. El vidrio sigue siendo uno de los materiales más innovadores y cruciales utilizados en la arquitectura. Aunque las prácticas de construcción contemporáneas nos permiten formar enormes y relucientes rascacielos de vidrio que se elevan cientos de metros en el aire, el propósito original de este antiguo material (permitir la entrada de luz en interiores seguros y herméticos) continua siendo el más importante más de mil años después.
Por muy valioso que sea el vidrio para casi todos los tipos de arquitectura en forma de ventanas, cuando se trata del techo de un edificio, su uso no es tan simple. Hemos comprendido el poder y el peligro de combinar luz y vidrio desde que vimos una lupa utilizada para concentrar el calor de la luz solar en temperaturas increíblemente altas en los dibujos animados infantiles. Bajo una cubierta de vidrio, la ganancia solar puede generar ambientes internos incómodos sin las precauciones de protección adecuadas.
Al momento de indagar en la envolvente de la construcción y cómo se relaciona el interior con el exterior, la figura de los invernaderos aparece como una oportunidad para generar vida en un interior a partir de factores externos o no. Conocido como aquel espacio recubierto por vidrio o cualquier otro material plástico transparente, el invernadero permite cultivar hortalizas y plantas ornamentales durante épocas con condiciones climáticas externas que no permitirían realizarlo fuera. Pero, ¿qué involucra diseñar para las plantas? El clima, las especies, el diseño de estructura y el tipo de cubierta son sólo algunas de las consideraciones a tener en cuenta.
Sun Tower de OPEN Architecture, diseñada como un hito para la ciudad costera china de Yantai, alcanzó su altura máxima el mes pasado. En el día del solsticio de verano, la estructura de 50 metros de altura alcanzó su punto más alto. Se espera que el hito esté abierto al público en 2024. Actuando como un marcador cultural, el edificio redefine la comprensión típica de "diseño con la naturaleza".
La simple actividad de dar un paseo por la noche puede fácilmente pasar a convertirse de una actividad tranquila y relajante en una tarea peligrosa si se elimina un solo elemento del paisaje urbano: el alumbrado público. Si bien no suele reconocerse como un aspecto definitorio de los entornos urbanos, la iluminación artificial ha desempeñado un papel esencial en la definición del carácter de las ciudades modernas. El control del delito, el atractivo de la vida nocturna, el auge de la vitrina, los movimientos revolucionarios, las utopías y los ideales de equidad social son conceptos cuyo desarrollo está estrechamente ligado a la historia del alumbrado público. Los avances tecnológicos de los últimos siglos han moldeado continuamente la apariencia y el simbolismo de las luminarias de las calles pero aún así, estos elementos han permanecido como una constante a lo largo de su historia.
La luz es una parte constitutiva de varias disciplinas, da forma al mundo tal como lo conocemos. En física sirve como medida de la velocidad, explica la visión, el registro de imágenes por el ojo, por el lente de la cámara. A lo largo de la historia del arte, la representación de la luz –o la ausencia de ella– ha guiado movimientos seculares en diversas manifestaciones con técnicas y soportes igualmente diferentes. Lo que significa que la luz –y su derivado, la sombra– son capaces de crear diferentes ambientes, atmósferas y sensaciones, que se pueden percibir en objetos y espacios. De este modo, la luz también es constitutiva de la arquitectura.
La luz ha estado presente en el arte durante siglos. Pensar el barroco o el gótico sin este elemento sería imposible. Sin embargo, fue en el siglo XX cuando los artistas comenzaron a explorar las cualidades de la luz y las transformaron en su propio medio para materializar el arte. Esculturas, instalaciones inmersivas y formas de modelar el entorno a través de la luz, sus colores e intensidades, trajeron nuevas percepciones espaciales al trazar una relación única con la arquitectura.
Desde el fuego en las cavernas hasta el alumbrado público en las ciudades, la iluminación ha evolucionado de manera constante junto a los avances de la tecnología - y en los últimos años, ha comenzado a cambiar de manera aún más significativa debido a la creciente conciencia sobre su impacto en el medio ambiente y en la salud de las personas. Hoy en día, no es exótico encontrar el LED de encendido automático en los espacios de trabajo y hogares tanto para mejorar la eficiencia energética como el bienestar y el confort. Al mismo tiempo, en las plazas y calles se integran cada vez más con sensores y configuración de software que permiten mejorar la seguridad y la movilidad. Y si se estima que la población mundial viviendo en ciudades crecerá al 68% para 2050, sin dudas la iluminación urbana se convertirá en un factor aún más importante de considerar.
Pero para aprovechar al máximo estas oportunidades, debemos pensar en la iluminación como parte de una visión integral y trabajar juntos para crear mejores soluciones. ¿Cuál será el futuro de la iluminación? Esta pregunta lanzamos a nuestros lectores y luego de revisar una inmensa cantidad de comentarios y opiniones, tanto de profesionales de la construcción, como de estudiantes e interesados en la arquitectura, fue una sorpresa encontrar coincidencias y visiones sobre la importancia de ir un paso más allá de lo actual sin agregar más polución lumínica - y siendo más amigable con todos los seres vivos. Conoce los principales puntos de vista, a continuación.
El legado de Luis Barragán está en el uso de la luz y el color. El enfoque sensible de Tadao Ando hacia la luz natural estableció su propio lenguaje arquitectónico. Las dramáticas transformaciones interiores de James Turrell exploran una percepción única de las experiencias visuales donde "la luz no es una herramienta para permitir la visión, sino algo para mirarse a sí mismo". Las instalaciones inmersivas de Olafur Eliasson juegan con la psicología de los espectadores usando solo luz, agua y aire. Estos arquitectos y diseñadores, entre otros, han reinventado cómo se percibe la luz, inspirando a generaciones de arquitectos a hacer lo mismo con la forma en que entienden y emplean la luz.
Cada vez que la luz incide sobre una superficie habrá una sombra, por insignificante que sea su foco. El contorno apenas será visible, pero otras formas cobrarán protagonismo en este juego de luces y sombras. En el caso de ser proyectado por danza solar, se agrega una dinámica latente a las sombras que puede ser utilizada para intensificar fenómenos cotidianos, rompiendo la monotonía del espacio. Las aberturas ortogonales en un largo corredor o las piezas tejidas en un patio son ejemplos de elementos constructivos que crean manchas de luz y sombra, trayendo además deleite estético y confort térmico a sus usuarios. De esta forma, se hace evidente que estos elementos intangibles son partes esenciales de un entorno que, mucho antes de que Louis Kahn declarara el poder de las sombras, ya estaba siendo manipulado.
Desde el fuego en las cavernas prehistóricas hasta el alumbrado público en las ciudades inteligentes, la iluminación ha evolucionado de manera constante junto a los avances de la tecnología. Sin embargo, en los últimos años, ha comenzado a cambiar de manera aún más significativa en términos de su diseño y su funcionalidad debido a la creciente conciencia sobre su impacto en el medio ambiente y en la salud de las personas.
¿Qué estrategias proyectuales o nuevas tecnologías pueden integrarse en el diseño arquitectónico sin poner en riesgo al medioambiente? Durante los últimos años, las energías renovables están pisando cada vez más fuerte a nivel mundial y la energía solar fotovoltaica es una de las tantas que presentan un crecimiento exponencial.
Se trata de una lámpara de escala monumental, con más de 6 metros de altura y 55 m2 de area, que se descuelga del patio principal del monasterio de la Purissima Concepció, transformando este edificio del siglo XVII de forma radical a través de la luz y el color.
Un estudio reciente sugiere que nuestra galaxia, la Vía Láctea, no puede ser vista por un tercio de la humanidad. ¿Porque? Millones de focos urbanos permanecen encendidos en nuestras ciudades todas las noches, pero solo una parte de su luz se utiliza para iluminar calles o aceras; el resto se pierde y se emite por encima del horizonte, iluminando el cielo nocturno y contribuyendo a lo que se conoce como contaminación lumínica.
Como el brillo artificial de las ciudades aumenta cada año, las consecuencias de este fenómeno urbano van más allá de impedirnos ver las estrellas. Otros efectos dañinos incluyen: causar deslumbramiento peligroso que puede reducir la seguridad, consumo excesivo de energía, desperdicio de dinero y recursos, interrupción de los ciclos naturales de día y noche de los ecosistemas, supresión de la producción de melatonina y varias repercusiones negativas para la salud pública. En este sentido, elegir las luminarias adecuadas (con un diseño bien pensado) es fundamental para reducir la contaminación lumínica.
Hace algunos días el Tec de Monterrey dio a conocer el nuevo espacio ‘Skyspace: Espíritu de Luz’, una instalación diseñada por el artista estadounidense James Turrell que ahora forma parte de DistritoTec en Monterrey, México como un destino cultural que contribuye a la calidad del espacio haciendo uso de la innovación. Esta obra, que se diseñó como un observatorio para generar una experiencia visual única a través de una secuencia de luces cada 12 horas, por la mañana y por la tarde, surge del movimiento artístico ‘Light & Space’, forma parte de un homenaje a la vida y obra de don Eugenio Garza Sada y Eugenio Garza Lagüera.