Muchos prejuicios y contradicciones rodean la historia de la Cannabis sativa en todo el mundo. Se estima que el cáñamo fue una de las primeras plantas cultivadas por la humanidad. Los arqueólogos han encontrado restos de telas de cáñamo en la antigua Mesopotamia (ahora Irán e Irak) que datan del 8.000 a.C [1]. Existen registros similares en China que documentan el consumo de semillas y aceites de cáñamo, que datan de entre 6 mil y 4 mil años antes de Cristo. A su llegada a Europa, su uso principal fue la fabricación de cuerdas y telas para barcos; incluso las velas y accesorios de los barcos de Cristóbal Colón estaban hechas de este material. Asimismo, los primeros libros –luego de la invención de la imprenta por Gutenberg [2]– y muchas pinturas de Rembrandt y Van Gogh fueron hechas de cáñamo.
La utilización del cáñamo para la construcción civil tampoco es nueva. El hormigón de cáñamo fue descubierto en los pilares de los puentes construidos por los merovingios en el siglo VI, en lo que hoy es Francia. También se sabe que los romanos usaban fibra de cáñamo para reforzar el mortero en sus edificios. Hoy en día, aunque existen barreras legales en muchos países, el uso del cáñamo como material de construcción ha tenido resultados alentadores, con investigaciones que demuestran sus fuertes cualidades termoacústicas y sostenibles. El cáñamo puede dar forma a paneles fibrosos, revestimientos, láminas e incluso ladrillos.
Desde el corte del árbol hasta convertirse en una viga o mueble, la madera pasa por varias etapas y procesos. Recurso renovable y material de construcción popular y antiguo, la madera se manifiesta con fuerza como una de las promesas del futuro de la construcción; un material adecuado para las nuevas demandas de sostenibilidad. Pero a diferencia del concreto, cuyos moldes pueden definir incluso curvas complejas, cuando nos acercamos a las estructuras de madera es mucho más común utilizar piezas rectas, especialmente para la arquitectura. En este artículo cubriremos algunas técnicas que permiten la creación de piezas curvas de madera de diferentes escalas, algunas más artesanales y otras que prometen hacer que el proceso sea más eficiente e inteligente.
El trabajo de desarrollar proyectos de confort, especialmente acústicos, es algo ingrato, ya que sólo le prestamos atención cuando los espacios no funcionan correctamente. Existen algunos reclamos comunes: escuchar la conversación de la habitación contigua, tener que levantar la voz para hablar con alguien o sentir ecos excesivos. Este último problema es bastante común en espacios con estructuras expuestas, sin revestimientos. Al contar generalmente con materiales poco absorbentes acústicamente –como el hormigón, el vidrio o el metal–, es habitual que los espacios con una estética industrial presenten una alta reverberación. Esto quiere decir que un sonido emitido tarda en desaparecer, ya que continúa reflejándose en las superficies del espacio y uniéndose a los otros sonidos, generando un ruido incómodo para sus usuarios. Es habitual experimentar este tipo de problemas en restaurantes, obligando a los comensales a hacer una esfuerzo extra para poder escucharse mutuamente.
“Da janela vê-se o Corcovado, o redentor, que lindo”. La letra de Tom Jobim, inmortalizada por las voces de João Gilberto y Astrud Gilberto, y una guitarra suave, fue una de las primeras canciones que introdujo al mundo la idea de un paradisíaco Río de Janeiro y un Brasil prometedor, con una población cada vez más urbana y una capital moderna construida de la nada. Casi 60 años después, Paulo Mendes da Rocha cita casualmente esta canción en una entrevista y señala que para él, en esta escena, el elemento más importante es la ventana, no el Corcovado ni el Cristo Redentor. Esto porque enmarca la vista y dirige nuestros ojos a lo que importa. Es una frase que pasa casi desapercibida, pero que tiene un enorme significado poético y artístico para el oficio de la arquitectura.
Al igual que una vestimenta, la fachada de un edificio es la primera barrera protectora entre el exterior y el interior, recibiendo el impacto de la radiación solar, la lluvia, el viento, la nieve, y otros fenómenos climáticos. A su vez, la fachada puede reflejar una intención estética, por lo tanto, su apariencia y su rendimiento general son fundamentales.
Actualmente existen una multitud de acabados y revestimientos para edificios. Aunque en muchos proyectos las fachadas son el resultado de la combinación de estructuras, muros y aberturas, hay muchos casos en los que, debido a requisitos térmicos, acústicos o de seguridad, es necesario agregar barreras térmicas u otras capas de aislamiento. En tales casos, el uso de revestimientos que 'envuelvan' el conjunto es una buena manera de lograr los resultados estéticos deseados, desde fachadas opacas hasta perforadas.
En la actualidad, el déficit de vivienda afecta a prácticamente todos los países del mundo. Según un estudio realizado por el Instituto Global McKinsey, 330 millones de familias urbanas en todo el mundo carecen de una vivienda digna, o los costos de la vivienda son tan altos que necesitan renunciar a otras necesidades básicas como alimentos, atención médica y educación para los niños. Según el WRI (World Resources Institute), se estima que 1.600 millones de personas carecerán de una vivienda adecuada para el año 2025.
Resolver este problema es, comprensiblemente, complejo. Tener una buena vivienda significa mucho más que simplemente tener un techo sobre tu cabeza. Una buena vivienda es esencial para la seguridad física y financiera, la productividad económica y el bienestar humano. Además de la comodidad adecuada, es esencial que las casas se integren con la ciudad, los trabajos, la infraestructura y los servicios. Para las personas en situación de calle, este problema es aún más delicado. Entre muchas otras necesidades, tener un lugar para estructurar una vida es esencial para avanzar y prosperar. Un proyecto que enfrenta este problema es Emerald Village Eugene (EVE), una comunidad de micro-viviendas asequibles, que permite a sus residentes comenzar una transición hacia una casa mejor.
En el teatro del Sesc Pompéia, Lina Bo Bardi diseñó un escenario central con dos plateas, revelando la estructura y todas las funciones del programa, y renunciando a los mobiliarios tradicionales para sus asientos. Su idea era que los asientos no tuvieran tapizado, que estuvieran cerca unos de otros y que estimularan una postura más altiva, atenta y consciente de la audiencia, honrando así, según ella, el antiguo arte del teatro.
Del mismo modo que somos conscientes de que las características de los espacios alteran nuestro estado de ánimo, sentimientos, concentración y aprendizaje, al considerar la experiencia integral del usuario, el diseño de los muebles debe tomarse en serio. Y cuando hablamos de escuelas y entornos de aprendizaje, muchas veces la misma atención dada al área pedagógica no es conferida a los espacios y la estructura física.
Cuando hablamos de visualización en arquitectura, inmediatamente imaginamos bocetos, representaciones computacionales y dibujos. Esto se debe a que casi siempre asociamos el término con ideas gráficas, que muestran un proyecto que aún no está construido, ya sea para la validación de decisiones estéticas y funcionales o para la comprensión del propio cliente, a menudo no familiarizado con los dibujos técnicos. Pero más allá de las capas superficiales de los materiales, planos, texturas y colores, al realizar un proyecto, los arquitectos deben ser conscientes de los problemas técnicos e invisibles a simple vista, que pueden influir directamente en el proyecto o en el uso futuro del edificio habitado.
La cantidad total de agua en nuestro planeta es, teóricamente, la misma desde su formación. Es posible que el vaso de agua que tomaste hace unas horas contenga partículas que han circulado por el río Ganges, algunas que han pasado por el sistema digestivo de un dinosaurio y otras que han enfriado un reactor nuclear. Por supuesto, antes de calmar su sed, se evaporó y cayó como lluvia millones de veces. El agua puede ser contaminada, desperdiciada, mal utilizada, pero nunca creada o destruida. Según un estudio de la UNESCO, se estima que la Tierra contiene aproximadamente 1386 millones de kilómetros cúbicos de agua. Sin embargo, el 97.5% de esta cantidad es agua salina y solo el 2.5% es agua dulce. De esto, la mayor parte (68.7%) se encuentra en forma de hielo y nieve permanente en la Antártida, el Ártico y en las regiones montañosas. Luego, el 29.9% existe como agua subterránea. Solo el 0.26% de la cantidad total de agua dulce en la Tierra está disponible en lagos, embalses y cuencas, fácilmente accesibles para las necesidades económicas y vitales del mundo. Con el aumento de la población, especialmente en las zonas urbanas, varios países ya tienen graves problemas para ofrecer la cantidad de agua potable a sus poblaciones.
Es difícil encontrar a alguien que nunca haya soñado con construir o tener una casa en el árbol. La idea de un refugio, un espacio totalmente integrado con la naturaleza y con una vista privilegiada agrada a casi todas las edades. Existen ejemplos de casas en árboles de todas las escalas y complejidades, desde pequeñas plataformas elevadas hasta algunas muy complejas, que incluyen instalaciones eléctricas e hidráulicas. Algunos sitios especializados en el tema (¡sí, existen!) ofrecen valiosos consejos para construir esos sueños. En general, todos ellos están de acuerdo con el lema: "¡elige tu árbol, diseña un proyecto, pero prepárate para adaptarlo!"
Los ambientes ruidosos generan efectos extremadamente negativos a nuestro cuerpo y son perjudiciales para la concentración, el aprendizaje y la productividad en aulas y oficinas. Los dolores de cabeza son síntomas momentáneos. Sin embargo, permanecer en espacios con altos niveles de ruido puede traer problemas como la pérdida de audición, afectar la presión arterial e incluso dañar nuestra digestión. También puede desencadenar altos niveles de estrés, trastornos del sueño, cambios de humor, aumento de la frecuencia cardíaca y zumbidos en el oído. El ruido es un enemigo invisible y forma parte de la vida cotidiana en las grandes ciudades, a través del tráfico intenso, las construcciones o la utilización de equipos ruidosos, como generadores y sistemas de aires acondicionado. Aunque en espacios interiores la historia se repite, es posible tomar medidas efectivas para evitar el ruido innecesario.
Peter Zumthor, en una de sus obras más emblemáticas, le da al hormigón una dimensión casi sagrada. Es la pequeña Capilla de Campo Bruder Klaus, una construcción robusta y sensible ubicada en un pueblo de Alemania. El cemento blanco, mezclado con piedras y arena de la región, aporta un tono terroso a la construcción. Las 24 capas de este concreto fueron vertidas, día tras día, por mano de obra local, y fueron comprimidas de una manera inusual. Su exterior plano y liso contrasta con su otro lado, hecho de troncos de madera inclinados, formando un vacío triangular. Para remover los encofrados internas, los troncos fueron quemados en un proceso controlado, reduciendo los registros a cenizas y creando un interior carbonizado, que varía entre negro y gris, con la textura de los negativos de los moldajes que alguna vez contuvieron hormigón líquido. El resultado es una obra maestra de la arquitectura, un espacio para la reflexión y la transformación, en el que el mismo material aparece en formas diametralmente opuestas.
Para un niño pequeño, comprender el concepto del tiempo y su paso es muy difícil. Esto justifica la impaciencia al esperar o la confusión al recordar un evento que sucedió en el pasado. Los niños viven solo en el presente y la noción del tiempo se aprende poco a poco. Pero aceptar el paso del tiempo y el envejecimiento es algo que nos afecta incluso cuando somos adultos. La lucrativa industria de la cirugía plástica y cosmética muestra cómo la humanidad busca controlar o negar el paso del tiempo, algo que pasa por nuestras manos y es implacable.
En un mundo principalmente urbano, que constantemente tiene que lidiar con problemas complejos como la generación de desechos, la escasez de agua, los desastres naturales, la contaminación del aire e incluso con la propagación de enfermedades, es imposible ignorar el impacto de las actividades humanas en el medio ambiente. El cambio climático es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo y es urgente buscar formas de, al menos, desacelerar el proceso. Para ayudar efectivamente en esto, nuestros hábitos de producción, consumo y construcción tendrán que modificarse, o la degradación del medio ambiente y el cambio climático continuarán disminuyendo la calidad y la duración de nuestras vidas y de las generaciones futuras.
A pesar de que parecen intangibles y distantes, los diversos problemas de ineficiencia y desperdicio son mucho más cercanos de lo que podemos imaginar, y están presentes en los edificios que utilizamos a diario. Como arquitectos este problema se amplifica aún más, ya que nos ocupamos diariamente de las decisiones de diseño y la especificación de los materiales. En otras palabras, nuestras decisiones realmente tienen un impacto a nivel global. ¿Cómo podemos utilizar el 'efecto mariposa' en favor de un futuro saludable para nuestro mundo?
Disociar la arquitectura de los muebles es casi imposible. Mientras Le Corbusier estacionaba autos contemporáneos en sus obras para fotografiar sus proyectos, los muebles evidencian la época y el estilo de vida del usuario que habita en el espacio. De hecho, existen registros de muebles rudimentarios desde el momento en que la humanidad deja de ser nómada; en sitios arqueológicos que datan del 3.000 a.C. se ha descubierto una gran cantidad de muebles de piedra, desde armarios y camas hasta gabinetes y asientos. Con el paso de los siglos, los muebles fueron ganando protagonismo, y además de sus funciones intrínsecas, se han utilizado para expresar ideas. Ya sea el mobiliario exclusivo y lujoso del antiguo Egipto, para mostrar el poder y la riqueza del imperio, hasta el diseño funcional y simplificado de la Bauhaus, en un momento de reconstrucción y racionalidad en el mundo, estudiar la evolución del diseño de muebles es importante para comprender los diferentes estilos arquitectónicos.
Hoy en día, el avance de la tecnología e Internet hace que los cambios sean cada vez más rápidos, incluso difíciles de asimilar y de seguir. A continuación, seleccionamos una serie de tecnologías que han impactado en el campo del diseño, la fabricación y la comercialización de muebles.
Prueba y error. En una servilleta, un papel mantequilla o la pantalla negra de AutoCAD, gran parte del trabajo de un arquitecto es hacer y rehacer: líneas, formas y geometrías. Desechar y comenzar de nuevo. Entre la primera idea y el proyecto final, existe un camino largo y agotador. Esto se debe a que el diseño es una toma infinita de decisiones; un cambio influye en muchos otros elementos y, en resumen, es un ejercicio de elecciones y concesiones. Ya sea para lograr construir los máximos metros cuadrados posibles sin impactar el entorno y entregar a todas las unidades una buena exposición al sol, o para encajar una gran cantidad de mesas de trabajo en una oficina sin obstaculizar la circulación y la fluidez de los espacios, existen muchas iteraciones hasta llegar a la opción más adecuada. O, por ejemplo, la ubicación de una ventana: incluso si se ve muy bien en la composición de la fachada, puede hacer que la ubicación de la cama en un dormitorio sea inviable o aumentar en gran medida el consumo energético del edificio.
Por supuesto, en todo proyecto siempre hay plazos y presupuestos ajustados, clientes generalmente apurados y tiempos limitados para pensar en todas las combinaciones posibles y las soluciones más apropiadas. Aquí es donde aparece con fuerza el concepto de Diseño Generativo (Generative Design).
La pandemia del Coronavirus se ha tomado las noticias de los últimos meses y está imponiendo cambios hasta ahora inimaginables en la vida cotidiana de toda la población mundial. Aunque la situación es preocupante e incluso desesperada en algunos casos, conocer el comportamiento del virus y comprender las formas de evitarlo parece ser la mejor manera de enfrentarlo. COVID-19 es una enfermedad respiratoria y se propaga a través de gotitas en el aire. Lo que lo hace especialmente peligroso es su alta tasa de contagio; el virus puede sobrevivir fuera del cuerpo humano y moverse a través del aire, alojándose en superficies como el metal, el vidrio y los plásticos si no son desinfectadas adecuadamente. ¿Cómo se comporta el virus en cada uno de los materiales? [Última actualización: julio de 2020]
Es casi imposible imaginar nuestras vidas sin el gas, aunque rara vez pensamos en él; excepto cuando se nos acaba mientras cocinamos o cuando sentimos su preocupante olor repentino. Los beneficios de cocinar fácilmente, calentar el agua del baño, o calefaccionar nuestras casas en invierno es algo que se ha incorporado a la mayoría de nuestras vidas cotidianas. No obstante, como toda energía, instalaciones mal realizadas o mal mantenidas pueden provocar fugas e incidentes, con el riesgo afectar a los ocupantes del espacio. A pesar de su importancia y la gran responsabilidad que conlleva, los arquitectos tendemos a relegar este tema a consultores y especialistas, sin embargo, existen algunos cuidados que nos permitirán evitar sorpresas desagradables durante las etapas de diseño y/o construcción.